Instarol semana de Lovecraft en Comicstores Soho
Nos complace realizar, gracias a Nosolorol, unas partidas para celebrar el nacimiento de Lovecraft en Comicstores Soho Málaga el sábado 24 de Agosto.
Serán tres partidas del juego Cultos Innombrables, un juego editado por Nosolorol que usa el sistema Hitos y en el que los jugadores se ponen en la piel de cultistas con intereses personales en época actual, a diferencia de otros juegos de los mitos en el que se interpreta a investigadores. Las partidas son aptas para novatos.
- Un hechizo por Corben (10-14 horas) dirigida por Balthan
Esta historia está pensada para mostrar Cultos Innombrables tanto a jugadores de rol habituales como a aquellos que lo prueban por primera vez. En ella, los cultistas llegan a Boston para cumplir con la última voluntad de un viejo amigo: depositar sus cenizas en la tierra donde se levantaba la casa en la que creció. Desafortunadamente para ellos, su amigo no fue todo lo sincero que debía, y ni su fin era descansar en paz ni la tarea que les encomendó es tan inocente.
- Recursos desesperados (10-14 horas) dirigida por Annabelle E.
Desde la publicación de Fundido en Blanco, los White lo han dejado todo perdido en el universo de Cultos Innombrables. Las tres aventuras del suplemento ofrecen una intensa aproximación al culto endogámico de Nuevo México, pero son solo unos cortes en la surtida carnicería White. Con esta nueva aventura seguimos explorando las posibilidades narrativas del culto, en forma de breve degustación, para que podáis probar los temas y tonos de Fundido en Blanco antes de lanzaros de cabeza. Más allá de su conexión con el universo White, Recursos Desesperados funciona como una buena aventura de iniciación para Cultos Innombrables.
- Una pérdida de tiempo (16:30-21:00) dirigida por Adán Wulfric
Meter las narices en lo oculto sin conocimiento de causa ni protección equivale a coger algo bonito del suelo: podrías pillar algo malo. Eso mismo debe estar pensando la pobre Polly O’Farrell mientras siente que algo le está robando el tiempo, literalmente, desde aquel fallido (en apariencia) ritual de invocación. Buscaba poder, pero solo consiguió convertirse en el huésped de algo ignoto. Desesperada, mientras su biorritmo se aletarga, O’Farrell acude al culto de los PJ para proponerles un trabajito: conseguir un objeto que podría ayudarla a entender qué le está pasando y, con suerte, ponerle remedio.
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